Raymunda Pecina: una mujer de lucha y fortaleza inquebrantable
En el Día Internacional de la Mujer, la historia de Raymunda Pecina Barrón es un ejemplo de valentía y perseverancia. A sus 60 años, esta mujer ha desafiado las adversidades con determinación, sin permitir que la poliomielitis, que la acompaña desde los dos años, la detenga en su búsqueda por salir adelante.
Desde hace 17 años, Raymunda ha convertido su silla de ruedas en su espacio de trabajo, vendiendo dulces afuera de la escuela primaria Graciano Sánchez. Adaptó su silla con una sombrilla y un pequeño tablero, enfrentando el sol y la lluvia con la misma entereza con la que ha enfrentado la vida. Además, complementa sus ingresos ofreciendo números para quinielas y productos por catálogo.
A lo largo de su camino, ha tenido que escuchar comentarios hirientes, pero su espíritu sigue firme. “Me han dicho que estorbo, pero mientras Dios me dé mis manos, seguiré trabajando”, afirma con seguridad. Aunque no sabe leer ni escribir, domina las cuentas con precisión y no permite que nadie la engañe.
Raymunda sabe que las mujeres con discapacidad enfrentan aún más barreras para salir adelante. “Es difícil superarse si nadie nos toma en cuenta”, señala. Por eso, destaca la importancia del apoyo familiar y social para que más mujeres como ella puedan tener oportunidades.
Este 8 de marzo, su historia resalta la fuerza de las mujeres que, a pesar de los obstáculos, siguen adelante con dignidad y determinación. Raymunda es el vivo ejemplo de que la lucha de las mujeres no se detiene, y que su fortaleza es la verdadera inspiración para construir una sociedad más justa e inclusiva.

