Cargando el sustento: Zuleyma Nieto

Cuando Zuleyma Nieto Ramos era una niña, vivía en familia junto a sus padres, y sus pequeños hermanos; a la edad de 15 años, su papá y su mamá decidieron tomar caminos separados, el divorcio, fue algo que cambio la dinámica en su vida, pues a partir de ese momento, tendría que cargar con responsabilidades que no estaban en sus planes.

Consiente de que su papel sería vital para la economía familiar, Zuleyma sabía de las necesidades de un hogar con niños que alimentar y cuentas por pagar; había que buscar trabajo, ganar dinero y contribuir con los gastos de casa, sin descuidar las responsabilidades escolares inherentes a su edad. Había que ayudar a mamá.

Con la ilusión de apoyar a su familia, buscó trabajo en la zona de los mercados, después de algunos intentos, logró acomodarse en un puesto de venta de bolsas de verduras, donde pensó “Ya podré llevar dinero a la casa”, pero lejos estuvo de su realidad, porque el dinero que ganaba no era suficiente, así que unos días después, dejó esta labor y siguió con la búsqueda.

Al paso de los días encontró una oportunidad que cambiaría su vida y le permitía llevar más dinero que el anterior oficio: cargadora.

Zuleyma dijo “Sí” a su nuevo trabajo,  que la convirtió en la primera mujer cargadora de costales de verdura, relató que sí tenía miedo a trabajar cargando cosas pesadas, ya que ese “era un trabajo de hombres”, frase que todos los días le decían, pero la extrema pobreza en la que su familia se encontraba, la impulsó para seguir adelante en este duro trabajo: “no quería ver que mis hermanos que tenían hambre y no había para comer, me partía el corazón”.

“Comencé cargando costales con chile, y después con cebolla, al principio si batallé, pero la práctica y la necesidad, te hacen ser más fuerte, así que comencé a cargar bultos más pesados, y cuando más ágil era para moverlos y llevarlos hasta las unidades de los clientes o negocios, más propinas obtenía y por consecuencia llevaba más dinero a casa”.

Sus compañeros de carga son hombres, pero asegura que ninguno de ellos le ha faltado al respeto, ni ha sentido discriminación alguna, por el contrario, se ha ganado el reconocimiento de ellos, siempre ha sido bien tratada y lo único que le piden es no excederse cargando peso de más.

Aseguró que este trabajo está considerado para hombres, sin embargo, demuestra con hechos que también las mujeres pueden hacerlo, solo es cuestión de actitud y evitar pensamientos negativos. “Si hay necesidad en la casa, no debemos permanecer así, hay que salir y luchar por la familia, salir adelante, sí se puede”.

“Las mujeres no somos el sexo débil como dicen, somos fuertes, así que ninguna tiene que rendirse, hay que luchar”.

Zuleyma Nieto, sigue siendo una niña, cuenta con 17 años, y entre sus sueños, está enlistarse a la Guardia Nacional, al cumplir los 18 para servir a su país. Como ella, seguramente hay miles de historias para compartir y reconocer el valor de las mujeres en nuestra sociedad, que, como Zuleyma, cargan con algo más que un costal de chile.

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